Helado de mora-leja

A aquella bolita de helado le dijeron que si se dejaba rodar, se convertiría en una grande y poderosa bola de nieve. Por eso se botó del cono de galleta al piso, pero estaba distraída cuando le dijeron que eso solo funcionaba desde la cima de una montaña de nieve.
Esperando, se derretía con tristeza en el andén bajo el sol de la falta de atención a lo que te dicen.

PERSPECTIVA

El gigante huyó con su botín luego de haber amenazado de nuevo a aquel pueblo de gente pequeña. Y como siempre, dio la vuelta detrás de las montañas para que no se notara que al alejarse, en la distancia, él siempre se volvía un punto en el infinito. Y allí habitaba con sus paisanos, en un país de tamaño diminuto.